Para hacer más otomanos a estos guerreros se les añadió a varios de ellos turbantes, la pieza clásica del atuendo de muchos turcos de aquellos tiempos y que tenía sus características especiales que los distinguían de los que llevaban otros pueblos islámicos de la época. Cuando los otomanos conquistaron el estado mameluco de Egipto, prohibieron a los egipcios vestir sus ropas tradicionales (incluidos sus particulares tocados) por si pudieran convertirse en símbolos de resistencia frente a los nuevos ocupantes turcos.
Se han añadido además varios estandartes. Unos tienen formas derivadas de los típicos modelos de la caballería nómada, realizados con colas de caballo o de otros animales, a los que se añaden otros elementos propios del arte islámico como la media luna, la esfera o la mano de Fátima. Otros son banderas de diferentes formas y colores pero que suelen llevar de una u otra forma la media luna. Las que se han utilizado como modelos para estas figuras están basadas en las que se han recogido en alguna pintura sobre el sitio de Malta.
